miércoles, 24 de septiembre de 2014

Para siempre


¡EL ULTIMO CAPITULO!

¡ESO SIGNIFICA QUE HE ESCRITO DOS LIBROS ACTUALIZANDO A DIARIO! No me lo creo ni yo xD

Este capítulo da fin a esta segunda parte, pero da un comienzo a la tercera. Esperar por ella. Dos días. Dos días de descanso y volveré a la carga.

Sobre lo de actualizar tres veces a la semana... Había pensado ser un malote y no avisar de cuando los subo para que, o andéis actualizando u os tengáis que crear una cuenta y darle a Follow xD Pero, bah, eso es demasiado Slytherin hasta para mí. Ya que el jueves subo el primer cap de la tercera, lo haremos así: Jueves, Sabados y Martes. Por el momento, si en algún momento veo que tengo que cambiarlo os avisaré.

Antes de dejaros con el cap quiero pediros una cosa... ¡Yo no tengo la culpa! ¡El batido estaba así cuando llegué! A no xD que no era eso. Bueno, si durante el capítulo os encontráis con un extra estúpido y sin sentido tenéis permiso para ignorarlo. Pero si lo leéis es bajo vuestra responsabilidad. No me hago cargo de que estropee el momento, fastidie la situación, sea demasiado absurdo o de que no os guste en absoluto.

Todos los personajes y las palabras en negrita pertenecen a J.K. Rowling.


PARA SIEMPRE

Las palabras de Dumbledore habían sido el detonante para una serie de gritos, exclamaciones y conversaciones llenas de emoción, donde especulaban sobre que podrían encontrar en el tercer libro. Había algunos que tenían las locas ideas de que podrían llegar a aparecer animagos, ¡Y uno de primero llego a sugerir que tal vez apareciese un hombre lobo!

Los asientos desaparecieron y aparecieron las mesas con sus no tan cómodos bancos. Todos charlaban animadamente pero no todos estaban atentos a la conversación. Fred, por ejemplo, no dejaba de mirar al pequeño grupo que formaban las tres jugadoras del equipo de Gryffindor.

—...molachas con bigote, ¿Eh, Fred? —dijo George mientras se reía.

Fred, consciente de que debía reír, soltó una bien fingida risa. Bien fingida para una persona cualquiera pero no para alguien que ha estado tanto tiempo con el como el mismo. A George no podía engañarle.

—Ho, ho, ho —dijo George sonriendo divertido—. Alicia, ¿No?

Fred le fulminó con la mirada, odiaba que le conociera tan bien.

—Si —admitió. Nunca se mentían entre ellos.

—No está mal. Es guapa, alegre y divertida. Además de que juega al quidditch —opinó George haciendo un gesto con la boca que detonaba aprobación—. ¿Vas en serio?

—Tanto como tú con Angelina.

—Vaya, eso es mucho, hermanito —dijo George sonriendo de manera maliciosa—. Entonces ha llegado el momento de la prueba.

Fred abrió los ojos, sorprendido y algo asustado.

—No, aún es demasiado pronto para eso.

—También lo fue con Angelina pero tu insististe —replicó George.

—¡Pero ella acabó pasándola! —se quejó Fred.

—¿Es que no confías en ella? —preguntó George alzando una ceja—. He dicho que ha llegado el momento de la prueba, y no vas a negarte, ¿Verdad?

Fred suspiró resignado.

—Que dé comienzo la prueba —dijo sin ganas.

.

James hablaba animadamente con Tonks. En teoría estaba hablando también con Sirius y Remus pero estos no habrían la boca y miraban a James fijamente. Este sabía que tenía que hablar seriamente con ambos, y que ellos estaban reclamando esa conversación en este momento. Había estado intentando posponer el momento pero ya había alcanzado un límite. Suspiró.

Le gustara o no había llegado el momento.

—Chicos —dijo poniéndose en pie—. Vamos al sitio de siempre.

Sirius y Remus asintieron y se levantaron. Los tres se despidieron de Tonks y marcharon directos a la casa de los gritos, pasando por el ya conocido sauce.

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Tonks, ahora que se había quedado sola, miró a su alrededor y vio que Lily, que antes había estado hablando con Molly, también estaba ahora sola. Se acercó y empezó a hablar con ella. Lily era, sin duda, una persona amable y comprensiva. Sabía escuchar y aportaba opiniones y algún comentario divertido que solía tratar del "desastre" de su marido. Entonces, ¿Por qué Tonks se sentía tan incómoda? ¿Era porque estaba hablando con una persona que venía del pasado? ¿Por qué sabía que en unos cuantos días desaparecería para siempre? En parte, pero no era solo eso. Lo que sentía era algo más cercano, y no tan molesto como irritante, ¿De qué se trababa? Tonks juraría que Lily también lo sentía pero parecía que ya estaba acostumbrada a sentirlo, ¿Qué era?

Entonces se dio cuenta. Era Snape. No paraba de mirar a Lily desde lejos.

—Creo que quiere hablar contigo —comentó Tonks.

—No sé, siempre hacia eso cuando estábamos en Hogwarts, y no siempre quería hablar conmigo —dijo Lily encogiéndose de hombros.

—Estoy segura de eso —coincidió Tonks—. Pero sabemos tanto tu como yo que ahora si quiere hablar contigo. Y tú estás huyendo.

Lily tragó saliva desviando la mirada de Tonks y, por desgracia, cruzándose con la de Severus al hacerlo. Se mordió ligeramente el labio. No podía huir más. Ella sabía cómo comunicarse con Severus sin llamar la atención. En sus años en Hogwarts Severus nunca había querido que nadie les viera juntos. Ambos estaban en dos casas enemigas, y además estaba el hecho de que Lily era hija de muggles. Ninguno de sus amigos Slytherin permitirían que se viera con una sangre sucia y Snape no quería perder a sus amigos, a pesar de que no respetaran sus decisiones y a pesar de que, más que como amigo, le trataran como un elfo domestico que les hacia los deberes y les preparaba las mejores opciones para sus crueles bromas.
Lily asintió en silencio y salió del comedor. Snape vio el asentimiento de Lily y supo que tenía permiso para ir tras ella. Tenía mucho que decirle. Mucho que no había podido llegar a decirle.

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—¡Hey, no me dejéis sola! —se quejó Alicia.

—Pero si eres tú la que no quiere venir —dijo Katie extrañada.

—Bueno, sí, pero podríamos hacer otra cosa...

—¡Ni hablar! —dijo Angelina—. Somos mayoría, o vienes o te quedas pero nosotras nos vamos.

Alicia puso morritos.

—Sois malas...

—Tú te lo pierdes —dijo Katie encogiéndose de hombros—. Nos vemos luego.

Y ambas se marcharon, dejando sola a una refunfuñona Alicia.

—¡Hola Alicia! —le saludó alguien por detrás.

Alicia se giró y se encontró con un apuesto chico de cabello rojizo.

—Hola —saludó, algo más contenta debido a su nueva compañía.

—¿Te han dejado sola?

—Sí. Bueno, no, es culpa mía porque no me gusta nada ir a...

—Alicia, tengo algo importante que decirte —su voz sonó seria de repente—. Yo, Fred Weasley, el golpeador que se ha dedicado fervientemente a alejar todas las bludgers que se acercaban a usted con malas intenciones, me preguntaba si está interesada en convertirse en mi novia.

E hizo una ridícula y exagerada reverencia. Alicia rompió a reír.

—¡Oye! —se quejó el pelirrojo ofendido—. ¡La reverencia iba en serio!

—¡Oh, venga ya! ¡Sabes bien que no es eso! —se quejó la muchacha antes de mirar al joven de manera perspicaz—. ¿O me equivoco? George.

George abrió mucho los ojos. Acababa de ser descubierto. Alicia había conseguido lo que ni su madre podía conseguir. Lo había reconocido de su hermano gemelo. Sonrió.

—Bueno, pues eso es todo —dijo dándose la vuelta y alejándose de ella. Entonces giró la cabeza—. Felicidades, has ganado un gran premio. El más grande que podías haber ganado, cuídalo, ¿Vale?

Y George se alejó dejando a Alicia totalmente extrañada, ¿Qué demonios acababa de ocurrir? George había intentado gastarle una broma haciéndole creer que era Fred pidiéndole que fuera su novia. Entonces ella le había dicho que sabía que no era Fred. Y él le había dicho que había ganado un premio, ¿Qué premio? El más grande, ¿El más grande? Y que lo cuidara, ¿En serio iba a darle un premio? ¿Y cuál iba a ser ese premio? Y su mente, impulsada por sus propios sentimientos, llegó a una conclusión precipitada. Abrió la boca sorprendida, ¿Esto había sido una prueba? ¿Una prueba para que George se asegurara de que ella era digna de Fred? ¿Había ganado un premio? ¿Había ganado a Fred?

Necesitaba volar. Y gritar. Volar mientras gritaba.

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Blaise le relataba a Draco una estúpida versión en la que aseguraba que Harry era en realidad un inútil y era Dumbledore el que preparaba todo para que Harry sobreviviese. Pero Draco no escuchaba. Estaba completamente atento a un par de hermanas que estaban todo el rato juntas. Quería hablar con Astoria, ¿Pero cómo hacerlo sin que su hermana notase nada raro? Además, ¿Qué podía decirle? Draco nunca había tenido algo que se pudiera calificar como relación así que no tenía ni la menor idea de que debía hacer ni de cómo debía comportarse. Además, el hecho de mantenerlo en secreto solo hacia todo más frustrante ya que le impedía el poder preguntarle nada a nadie. Espera... ¿A nadie? Podía hablarlo con Harry y con Hermione... Con Potter y con Granger. Si, Potter y Granger. Pero mejor con Granger ya que, como chica, debía saber más.

No tenía ganas de acercarse a ella, porque estaba con Weasley y sabía que él no iba ser bienvenido allí. Se mordió el labio mientras pensaba que hacer. No se le ocurría nada. Y por eso se sintió maravillado cuando Harry se percató de que estaba mirando a Hermione y le dijo a esta que fuera con él. A Draco se le escapó una sonrisa agradecida hacia Harry. No. No. Hacia Potter. Po-tter.

Hermione caminó hasta él y, sin decir nada, ambos salieron juntos del comedor. Dejando tras de sí a una Astoria que no entendía nada y se sentía casi traicionada y a un Ron tan furioso que Harry tuvo que apartarse de él porque temía que se le escapara la furia con la primera persona que viera.

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—¿Qué pasa, Severus? —preguntó Lily una vez entraron a una clase vacía.

—¿No eres tú la que me ha guiado a mi hasta aquí? —preguntó Snape alzando una ceja.

—¿Entonces no quieres nada? —preguntó Lily mientras caminaba algo exasperada hacia la puerta—. Pues me voy.

—¡No, espera! —exclamó Snape agarrando a Lily del brazo.

Y entonces pasó algo terrible. Snape había tocado a Lily. La persona que más quería. La persona que había muerto por su culpa. Soltó su brazo como si acabara de recibir una corriente eléctrica. Se derrumbó en el suelo y se cubrió la cara con las manos, sollozando sin hacer ruido.

Lily. Lily estaba viva. Pero él la había matado. Y estaría muerta en unos días. Por su culpa. Lily, la única persona a la que había amado. La única persona a la que podría amar. Lily. Lily. La única chica que le miraría sonriendo tiernamente mientras el sollozaba de manera patética. La única mujer que, abrazándole, le haría llorar con más fuerza. Porque ella era Lily.

—Lily...

No podía seguir llorando. No tendría más oportunidades como esta y sabía lo que tenía que hacer, lo había pensado demasiadas veces en forma de sueño durante todos estos años. Se limpió las lágrimas de su cara con el brazo y se levantó.

—Lily —dijo mirándola a los ojos. Esos ojos verdes tan intensos que con tan solo verlos le hacían querer llorar. Y reír. Y gritar. Pero no apartó la vista, ni permitió que más lágrimas se deslizaran por sus mejillas. Abrió la boca para decir su tan ensayado discurso pero solo dos palabras salieron de su boca—. Te necesito...

Lily abrió exageradamente sus ojos. Snape sabía que estaría incomoda pero no podía cortarse ahí.

—Me enamoré de ti siendo un niño idiota. Y crecí enamorado de ti mientras me volvía cada vez más idiota. Y cada vez más oscuro. Más a la sombra. Y tu cada día brillabas más. Y te alejabas. Y tenía miedo. Y lloraba a escondidas intentando callar la verdad. Tú nunca habrías podido sentir lo que yo sentía por ti. Intente deshacerme de esos sentimientos. Decidí odiarte, pensando que así sería más fácil. Y lo intenté. Y te insulté. Y te traté mal. Pero no podía evitar disculparme porque yo no quería... Yo te quería... Yo te quiero, Lily, y lo seguiré haciendo. Para siempre. Siempre.

Snape cerró los ojos, esperando que así todo lo que había a su alrededor se desvaneciera. No quería ver su reacción. No quería escuchar lo que ella iba a decirle. No quería sufrir más. Pero necesitaba escucharlo. Para poder seguir adelante. Para dejar atrás ese amor enfermizo y dejarlo como siempre había sido: un simple y doloroso amor no correspondido. Y que así siguiera para siempre.

-RUTA XX:

—Yo también te quiero, Severus, casémonos y tengamos cinco hijos. Les llamaremos Bonifacio, Zacharias, Sintaxis, Grasoso y Capón —dijo Lily corriendo hacia Snape y besando con pasión su enorme y desproporcionada nariz.

—¡No lo haréis! —dijo una voz desde la pared—. ¡Esta mujer será mía! ¡Tenéis mi palabra, caballero, tenéis la palabra de Sir Cadogan, el valiente soldado!

—Oh, mi amado Sir Cadogan —dijo Lily dejando de lado la nariz de Snape y abalanzándose sobre el cuadro—. Por supuesto que seré suya, por siempre estaré para vos, ofreciéndole mi amor y mi cariño. Cuidaré de sus hijos, de nuestros hijos. A no ser claro, que ya esté estéril, lo que parece probable.

—¡Será burra! —bufó el hombre del cuadro—. Eso no se le dice nunca a un caballero.

—Bueno —confesó un extraño muchacho que apareció cargando a una inconsciente Ginny sobre sus hombros—. Este es un universo para-lelos que he creado. Y si un squib como yo puede quedarse con Ginny (aunque sea a la fuerza), Lily también puede decirle lo que quiera a un estéril como usted —Sir Cadogan gruñó y el joven amplió su sonrisa—. Bueno, tengo prisa, que Ginny va a despertar pronto y aun no me he puesto mi disfraz de Harry Potter para que el plan funcione bien, ¡Nos vemos hombre estéril y murciélago gigante!

- FIN DE LA RUTA XX. (N.A. ¿A que os he cortado todo el momento original con esta mierda? xD Es que soy un malote)

—Severus... —la dulce voz de Lily sonó entrecortada—. Severus yo... James...

—Lo sé —la tranquilizó Snape—. Y no esperaba nada por tu parte —aseguró. Y era cierto, el solo había tenido estúpidos sueños y fantasías. Su pesimista mente siempre le había hecho darse cuenta de que eso no iba a pasar. (NA: Esa es la causa de que muchos pesimistas se crean que en realidad realistas...)—. Solo quería decirlo. Siempre me he arrepentido de no haberlo dicho. De eso y de muchas cosas más. Pero esas ya no se pueden cambiar.

—Severus, por favor, no te quedes atrapado en el pasado —rogó Lily—. Yo no podré estar nunca para ti. Y, a pesar de que tus errores van a seguirte para el resto de tu vida, nunca es tarde para intentar compensarlos con aciertos.

—Pareces Dumbledore —gruñó Snape intentando quitar la tensión que había.

—No digas tonterías —dijo Lily soltando una pequeña carcajada, pero entonces volvió a ponerse seria—. Hablo en serio, Severus, quiero que me prometas que vas a dejar atrás tus sentimientos por mí y que vas a comenzar a vivir tu vida.

Snape la miró con fiereza.

—Puedo intentar aprovechar lo poco que me queda de vida pero nunca, ¡Nunca! sugieras que deje de sentir lo que siento por ti. Porque eso no pasara, ni cuando muera. Nunca.

Lily permaneció unos segundos en silencio, sintiendo los latidos de su corazón. No tenía ningún sentimiento hacia el que no fuesen amistad o tristeza pero eso le había llegado al corazón.

—Lo siento, Severus.

—Y yo te quiero, Lily.

.

James, Sirius y Remus por fin habían llegado a la casa de los gritos. Se sentaron donde siempre se sentaban; donde escuchaban las quejas de Peter, donde planeaban bromas, donde hablaban de chicas, donde habían compartido tantos y tan importantes momentos. Remus fue el primero en hablar:

—Lo siento mucho —dijo bajando levemente la cabeza—. Fui un estúpido, por una estupidez mía... Por culpa de algo tan tonto...

—No —dijo Sirius—. La culpa es mía, todo es culpa mía, si yo no hubiera tenido una idea tan subnormal.
James les miró entre extrañado y enfadado.

—¿Sois idiotas? —preguntó molesto—. Remus, tú has... No, claro, habías. Que estoy en el futuro. Habías encontrado un buen trabajo en el ministerio. Es... Era el trabajo de tus sueños, es normal que quisieras perseguirlo.

—Pero os dejé tirados mientras seguía por mi cuenta...

—Yo fui el idiota al intentar retenerte, Remus, no quería separarme de ti. Y no era por la situación, sino porque te quiero, amigo, y no me gustaba la idea de estar encerrado en Godric Hollows tanto tiempo y sin poder verte. Aunque está siendo peor de lo que pensaba, por culpa de este tonto enfado ni siquiera he intentado mandarte cartas... He sido egoísta, he intentado frenar tus sueños por tenerte cerca de mí, y me arrepiento, y soy yo el que te pide perdón, Remus. No te disculpes conmigo.

Remus tragó saliva y asintió en silencio, pero sin dejar de pensar que tenía la culpa.

—Y tú, Sirius, Canuto, amigo mío. Se tan bien como tú que nunca, nunca, harías nada para perjudicarme. No sé a cuál de todas tus ideas te refieres, porque si es la de darle a mi pequeño Harry una escoba de juguete, te confieso que ha sido, de lejos, una de las mejores ideas que has tenido nunca, ¡Mira el talento que tiene ahora! ¡Es increíble!

—Por cierto —dijo Remus—. ¿Dónde está el Harry bebe?

—Bueno, al parecer no hay problema alguno con que dos mismas personas coexistan en el mismo tiempo, y eso lo sabemos todos los que sabemos cómo funciona, por ejemplo, el giratiempos. Pues los chicos que vinieron a darnos el primer libro volvieron antes de traernos aquí y les dejamos a Harry, si, lo sé, suena raro dejarle tu hijo a una persona que apenas conoces pero... es que era un Harry adulto el que me lo pidió.

Sirius y Remus abrieron mucho los ojos, sorprendidos, pero James dejó el tema.

—Bueno, a lo que iba, el caso es que hayas hecho lo que hayas hecho sé que no ha podido ser con mala intención, y por esa simple razón, no necesitas disculparte conmigo.

Sirius tragó saliva y asintió en silencio, sintiendo más culpa de la que podía aguantar. Pero aguantó.

—Y ahora venir aquí y darme un buen abrazo de merodeadores.

—Los merodeadores no se dan abrazos —bufó Sirius molesto—. Se dan merodeazos.

—Merlín, Canuto, tu mal gusto para los nombres no ha cambiado en absoluto —dijo James mientras abrazaba con fuerza a sus dos mejores amigos—. Solo falta aquí Peter para que todo sea perfecto...
Sirius y Remus se pusieron tensos. James se separó de ellos, molesto.

—¡Venga, que coño os pasa con Colagusano! Al menos podrías decírmelo.

Ambos miraron cada uno hacia un lado de la casa, sin responder a James.

—¡¿En serio?! Pues mirar, por algo como esto sí que vais a tener que disculparos —y así, molesto y algo enojado porque no le dijeran donde estaba su tercer mejor amigo, se marchó de la casa de los gritos. Dejando tras de sí a Sirius y Remus, que, probablemente, tardarían una hora en salir de allí.

.

Ron no lo soportaba más. Había intentado aguantarlo, y había esperado, y esperado, y esperado. Pero Hermione no volvía, ¿Qué demonios le pasaba ahora? ¿Estaría Malfoy haciéndole algo? ¿Estarían ambos haciendo algo? Es que no lo entendía, ¿Por qué quería Draco Malfoy, el chico que más detestaba a los sangre sucia de todo Hogwarts, quería estar a solas con Hermione? Ya no aguantaba más. Se levantó y camino furioso en busca de Hermione.

Caminó sin rumbo por el castillo, recorriendo pasillos al azar hasta que escuchó algo que casi lo desmaya.
—Gracias por esto Hermione, en serio lo necesitaba, ha sido increíble —era la voz de Malfoy. Malfoy estaba abriendo la puerta de una habitación vacía.

El corazón de Ron comenzó a agitarse con furia. Sus instintos buscaban guerra, su mente le decía que se alejara e ignorara todo lo que había visto y escuchado pero su corazón le dijo que buscara a Hermione. Y por una vez, Ron no se dejó llevar por los impulsos. Por una vez ignorar lo que su mente le decía fue una decisión correcta. Por una vez Ron hizo caso a su corazón. Y, después de mirar a Malfoy con desprecio y odio infinito, entró a la habitación de la que este había salido.

Y se encontró con Hermione.

—¡Oh, Ron! ¿Qué haces aquí? —dijo esta divertida.

—No —bufó el pelirrojo—. ¿Qué hacías tú aquí, con Malfoy?

—Oh, pues estaba... —entonces Hermione recordó que no podía decírselo a nadie—. Es un secreto.

Eso sacó a Ron de sus casillas.

(N.A. En serio, ¿Alguien me explica como he montado todo este lío? Casi parece hecho a propósito xD)

—Ya, secreto —gruñó—. Pues no te preocupes, hasta un idiota como yo es capaz de imaginar que estabais haciendo.

Hermione le miró alzando una ceja.

—No eres idiota, Ron —dijo con paciencia—. Y no creo que hayas podido imaginar lo que estábamos haciendo. Y tengo miedo de saber qué es lo que estas pensado que he hecho con Draco.

Ron volvió a bufar.

—Ya. Si a la señorita Granger le da por llamar a Ron idiota ella tiene razón, pero claro, en cuanto lo dice el propio Ron ya deja de ser cierto. Además, ¿Cómo iba a poder el inútil del pobre Weasley imaginar lo que hacia la señorita Granger con el rico, guapo y recién cambiado Malfoy?

—Mira, Ron, tal vez sí que tengas razón y seas totalmente idiota —bufó molesta y cabreada, y dejó salir alguna lágrima de frustración—. ¿Por qué tienes que ser siempre tan idiota?

—¡Es que no lo ves! ¡Es que no está claro! —exclamó Ron acercándose a Hermione y sujetándola por los hombros.

Hermione miró a Ron sorprendida.

—Estas celoso...

Ron bufó nuevamente.

—No estoy celoso.

—Sí que estás celoso.

—Que no estoy celoso.

—Que sí que lo estás.

—Que no, te digo.

—Pero yo sé que sí.

—Pues te equivocas, no estoy celoso.

—¿Entonces qué te pasa?

—¿Es que no está claro?

—No.

—Estoy enamorado de ti.

Y, antes de darle tiempo a su cerebro de acobardarse, la besó.

A Hermione le pilló totalmente por sorpresa y cuando entendió la situación sus rodillas temblaron, ¿Ron la estaba besando? ¡Ron la estaba besando! Espera, ¿Ron la estaba besando? ¡Entonces lo de antes sí que habían sido celos! ¡Ella tenía razón! Espera, espera. No era un buen momento para pensar eso. Rodeó el cuello de Ron con sus brazos y profundizo el beso con pasión.

Notaba la torpeza de Ron con cada movimiento, tal vez fuese porque, comparado con Krum, este no tenía experiencia. Pero a pesar de eso este beso la hacía mucho más feliz. Sus tiernos movimientos inexpertos, la manera sencilla en la que Hermione había llegado a tomar la posición dominante y, sobre todo, la cantidad de sentimientos que se expresaban el uno por el otro en este momento.

¡Espera! ¡Alto, alto, alto! ¡Ron había dicho que estaba enamorado de ella! ¡Enamorado! ¡La quería! El darse cuenta de eso y el sentir los brazos de Ron abrazando su cintura fueron el detonante para soltar todo lo que sentía. Rodeó con sus piernas la cintura de Ron, quedando así más alta que él y haciendo que este se tambaleara de la sorpresa.

—¿Hermione? —preguntó el pelirrojo algo asustado por lo rápido que pasaba todo.

Esa pregunta cortó del todo a Hermione, que, avergonzada, se bajó de Ron y desvió su mirada.

—Tampoco te he pedido que pararas —bufó el pelirrojo.

Hermione, con los ojos brillando con fuerza, volvió a abalanzarse sobre el.

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Draco volvía al Gran Comedor con una estrategia en mente. Estrategia que nunca pudo poner en práctica por que no llegó a entrar al Gran Comedor.

—¿Qué hacías con Granger? —le preguntó Astoria, que estaba apoyada en la puerta cerrada del Gran Comedor.

—¿Te interesa? —preguntó Draco divertido mientras alzaba una ceja.

—¡Claro que me interesa! —se quejó ella—. No me gusta que te veas con otras chicas... Y ahora tenemos una relación.

—Ahí está el problema. Yo no tengo ni idea de lo que se hace en una relación así que tenía que preguntárselo a alguien.

Astoria abrió un poco la boca, sorprendida por la respuesta.

—¿Pero porque a Granger y no a cualquier otro? —preguntó Astoria aun molesta.

—Porque alguien que yo se me quería mantener esto en secreto por un tiempo —bufó Draco—. Y Hermione es la única que lo sabe.

Astoria abrió mucho los ojos mirándole acusadoramente.

—No te preocupes, guardará el secreto —aseguró el rubio.

Astoria meneó la cabeza.

—Bueno —dijo—. No tengo pensado mantenerlo tanto tiempo en secreto, así que porque una persona o dos lo sepan no pasa nada.

—¡Dices eso porque tu hermana lo sabe! —le acusó Draco.

—Bueno, sí, tienes razón —admitió Astoria.

—Serás Slytherin...

—Gracias.

.

Harry se había quedado solo. Los gemelos, Hermione, Ron, sus padres, Sirius y Remus se habían ido. Así que agradeció que Tonks se acercara a hablar con él.

—¿Cómo lo llevas? —preguntó Tonks mientras caminaba alegremente hacía Harry.

Harry abrió la boca para contestar pero la respuesta se transformó en una carcajada cuando vio a Tonk tropezarse con una cajita que había en el suelo. Espera, ¿Una cajita? Tonks la cogió, la miró extrañada y se la tendió a Harry.

—Es para ti.

Harry la cogió y vio una notita encima de ella en la que ponía "Para Harry James Potter". No dudo en abrir la caja para ver lo que había dentro. Sobre lo que fuera que ocultase la caja había otra nota, estaba escrito por encima así que no necesitaba sacarla para leerla. Ponía: "¡Hola papa! Soy Albus, espero que te acuerdes de mí... Bueno, como sea, el caso es que ahora vas a conocer a mama. Prepárate, ¿Vale? Todo lo que necesitas está dentro de esta caja". Sintiendo su corazón latiendo con fuerza sacó la nota para ver que había debajo. Pero no pudo ver nada. Algo con forma de puño salió de la caja y le golpeó de llenó, dejándole inconsciente. Y Harry desapareció.

Tonks miró el lugar donde Harry había desaparecido alzando una ceja, sorprendida y algo molesta.
—Otra vez me quedo sola, ¿Es que nadie quiere estar conmigo?

.

Cuando Harry recuperó la consciencia se encontró tumbado en un extraño y oscuro lugar. Frunció el ceño. No veía nada de nada y no se debía solo a que no tuviera gafas sino que no había nada de luz.

Quiso gritar para llamar la atención de alguien para que fuese a ayudarlo pero de su boca no salió sonido alguno. Supo enseguida que ocurría. Le habían lanzado un conjuro para que no pudiera hablar. Oscuridad y silencio, ¿Qué se proponía el que había creado esta situación? Fue entonces cuando recordó lo que ponía en la nota "...el caso es que ahora vas a conocer a mama..." ¿Iba a conocer a la madre de sus hijos? ¿A la que sería su mujer?

Su corazón latía con fuerza. Intentó levantarse pero se chocó con algo. El techo estaba a pocos centímetros del suelo, no había espacio ni para sentarse. Extrañado y adolorido, decidió moverse a rastras para buscar la salida. Sentía la varita clavarse en su piel cada vez que movía la pierna derecha, como recordándole que ella podía sacarle de esa situación pero, si no podía hablar, ¿De qué iba a servirle la varita? ¿Cómo palo para guiarse en la oscuridad sin chocarse? Harry prefería chocarse a arriesgar que se le rompiera la varita al chocar contra una pared.

Entonces su cabeza chocó con algo. Algo vivo. Contra la cabeza de una persona. La cabeza de una mujer.
Sintió que en su frente iba a aparecer un enorme chinchón y supo que ella quiso soltar un grito de dolor por el choque, pero no pudo hacer sonido alguno. Ella también estaba hechizada. Eso solo podía significar una cosa. Ella era la persona que su hijo quería que conociera. Ella era la madre de sus hijos. Ella era la persona con la que Harry compartiría el resto de su vida. Sin poder contener su curiosidad acercó su mano a ella y, justo antes de llegar a tocarla, dudo. ¿Estaba bien hacer lo que estaba a punto de hacer? Es decir, el solo quería saber cómo era la persona con la que iba a tener tres hijos. Era curiosidad sana, ¿Pero estaba bien tocar a alguien que no conoces y a oscuras? Dejando de lado la moral se decidió y bajó la mano. Y se encontró con otra mano. Pequeña, suave, fría. Se le hacía familiar. Como si hubiese pasado horas agarrado a ella. Frunció el ceño, ¿Quién podía ser? Sintió que ella se tensó en el momento en el que la cogió de la mano pero segundos después se relajó. Y, de hecho, ahora estaba más relajada de lo que había estado antes de que Harry la cogiera de la mano.

Sin poder contenerse Harry puso un dedo sobre su mano. De ahí fue arrastrándolo por su brazo. Delgado, agradable. Hasta llegar a las mangas de la camisa que llevaba. Era la camisa del uniforme de Hogwarts. Esa chica era una estudiante. Esperó unos segundos pero la joven no hizo nada que le indicara que estaba molesta o incomoda. Siguió contorneando su cuerpo hacia arriba. Llegando a sus hombros. Pasando por su cuello. Deteniéndose momentáneamente en sus suaves y blanditas mejillas. Y finalizando en su liso cabello. Lo acarició. Era suave, agradable y, de alguna manera, se le hacía familiar.

Sintió que tenía mil cosas que decir. Mil cosas que preguntar. Pero no pudo hacer nada. Siguió acariciando su cabello.

Sintió una pequeño dedo posándose en la mano con la que acariciaba su cabella. Y el dedo, suave y lentamente, comenzó a deslizarse por el brazo de Harry. Alcanzando su hombro y bajando hacia el pecho. Allí hizo un par de círculos antes de dirigirse nuevamente hacia arriba. Lo posó en su nariz de manera divertida y lo subió hasta la frente. Harry notó que el dedo buscaba algo en ella. Apartó la cabeza de forma algo brusca, ¿Acaso estaba intentando averiguar si tenía la cicatriz? No. No era posible que el fuera a casarse con alguien así. Como mucho podría ser un intento de averiguar si él era Harry o no, ¡Tal vez ella ya estuviese enamorada de Harry y quería comprobar si era el!

Sintió que la cabeza de ella se acercaba a la suya.

Sin poder evitarlo él la acerco también.

Sus labios se rozaron.

Y el simple roce hizo que a Harry le recorriera el cuerpo una extraña corriente eléctrica.

El monstruo que habitaba dentro de él ronroneó.

Harry se sentía bien.

Pero quería más.

Volvió a acercar sus labios a los de ella.

Volvió a rozarlos.

Pero esta vez no iba a conformarse con eso.

Y desapareció.


¡jojojojojojo! ¡JAJAJAJAJAJA! JUJUJUJUJUJU!

¿Qué pasara con Ron y Hermione? ¿Se dará cuenta Harry de quien era esa extraña joven? ¿Conseguirá Dait hacerse pasar por Harry? ¿Qué pasará cuando James sepa que ha pasado con Colagusano? ¿Será capaz Snape de seguir adelante y dejar de vivir de los recuerdos? ¿Podrá Sir Cadogan tener hijos con Lily o tendrán que adoptar a Sintaxis, el cuarto hijo de Snape? ¡Algunas de esas respuestas y muchas otras cosas más en la siguiente parte!

¡SOIS GENIALES! ¡TODOS! Pero quiero hacer unas cuantas menciones especiales.

Lunatica-Obsecionada: Siempre me hace feliz leer tus comentarios, siempre me dices tu opinión sobre el cap y me cuentas cosas. Espero que sigas leyéndome :3

Alma: ¿Qué puedo decir? Creo que, a pesar de que has llegado más tarde que otros, desde que empezaste a comentar no paraste xD Y me encanta. Los comentarios que me dabas siempre eran de los más largos, y mis repuestas también eran de las más largas que daba. Dices tonterías, contesto tonterías, ¿A eso se le llama tontear?
PD: ¿Y todas esas postdatas que ponemos? ¡Genial! Espero que sigas comentando.

Disabel: He aquí otra lectora legendaria. Nunca tienes problemas para decirme que es lo que no te gusta, y a pesar de que siempre molesta que te digan que algo que has hecho no gusta, prefiero eso a que lo ocultes o mientas, ¡Sigue quejándote de Malfoy! Tus comentarios siempre son extensos, llenos de opiniones, me encantan.

Fnix de plata: Tú y tus firmas de abrazos con sabores xDD ¡Sigue así! Me encantan tus comentarios, siempre con una mezcla perfecta entre mayúsculas y minúsculas xD Espero que sigas comentando.

AshleyG: Siempre dices que te ha gustado y que no. Me cuentas cosas sobre ti, me preguntas cosas... ¡Y me llamas mente prodigiosa! Espero que sigas comentando así, me encanta.

Sois muchos más, y supongo que todos entenderéis que no puedo hacer algo así con todos, pero sí que quiero nombraros a muchos de vosotros, para que sepáis que también sois especiales para mí:

Athena-Black13, Jorge4, CHI, MoonPotterWeasley, La otaku que lee libros, LaurieAngel, Lizzie Taisho-Friki, AnGeeC, Grytherin18 (y eso que has venido hace muy poco xD), MARS World y Lic. Lu.

Si no apareces en la lista no significa que no seas especial, sino que aún no he sido capaz de verlo, sigue comentando y hazme abrir los ojos.


Espero que os hayáis quedado con ganas xD

BYE!

PD: El jueves el primer cap.



3 comentarios :

  1. Me ha gustado mucho! Genial el momento de Snape y Lily, muy conmovedor (y genial el momento de realidad para-lelos, me he reído bastante. Quiero leer como continua xD). También me ha gustado el momento de la sala a oscuras. Esto ya parece casi Como conocí a vuestra madre versión Hogwarts jajaja

    Gran trabajo el que has hecho con los dos primeros libros, sigue así! Voy a atacar el tercero ahora mismo

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  2. Me encanto!!!!!! Empece a leer tu fic hace muy poquito y me parece genial! Hace unos dias tuve que mandarte un md en fanfiction para poder leer el segundo libro y la verdad que valio la pena!!! Una lastima que te lo hayan borrado, me encanta como captas la personalidad de cada uno y como los del futuro hacen sus intervenciones castigando a draco o mandándole notas de aliento al que lo necesita. Te felicito! Me voy a leer el tercer libro ahora, saludos. Victoria :)

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  3. Excelente, no se puede describir de otra forma, aunque ya lei los libros, tu forma de escribirlos y todo hace que trate de terminarlos lo mas pronto posible y ya iniciaste con el tercero n_n me encantas =) y bueno sigue escribiendo vale y bueno a seguir con el tercero para ponerme al corriente, saluditos =)

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